A veces un simple niño puede ver más allá de la primera faceta, que una persona adulta, porque todas las personas de este mundo son como un cristal tallado con millones de facetas se diferencian dependiendo desde donde las miras.
Quizás los niños sea capaces de ver el núcleo de ese cristal. Es asombroso ver a un niño que agarrado de la mano de su padre y con paso tembloroso se acerca a un yonki(siento la expresion despectiva pero es la mejor forma de describirlo) le agarra de la mano le dice adiós y vuelve tambaleandose hasta su padre lívido del susto (o quizás a causa de los juicios tan simples que en ocasiones hacemos de la gente) y le sigue diciendo adiós con su pequeña manita y una gran sonrisa.
Ver la sonrisa del "yonki" no ha tenido precio en sus ojos he podido leer la inmensa alegría de sentirse normal, la necesidad de un gestod e cariño (algo que quizás fuera la causa de llegar al camino que le ha llevado a autodestruirse). Ver todas esas emociones sentado en un banco con un cigarro en la mano en un descanso del trabajo me ha hecho volver con muchos pensamientos en nuestra cabeza. Siempre intento no formarme una idea preconcebida de la gente, pero en muchas ocasiones es imposible y hoy me pregunto si de verdad somos justos haciendo estos juicios de valor; porque todos caemos en ellos lo queramos o no.
No conocemos las circunstancias personales de lo que algunos son capaces de llamar "desechos de la sociedad" si quizás tengamos que pagar con nuestros impuestos su seguridad social, su metadona etc... Pero ellos han pagado un precio más grande su vida, han pagado con su vida vivir en una sociedad cínica en la que sólo se valora la diferencia si proviene de la fama o el dinero; y sobre todo quizás han pagado con el alto precio de no poder elegir debido a su imagen,adicción o falta de dinero( y con este post también quiero decir que existen excepciones y me gustaría advertir si puedo en alguna manera en los risgos de buscar una felicidad espóntanea u olvidarse de los problemas en caminos que no son los adecuados)
[y quizás con ver su simple mirada, madure un poquito más, y aprendí a que nunca debo permitir perder la oportunidad de elegir mi camino, que nunca me arrebate nadie, ni siquiera yo mismo, esta capacidad de decidir..]
sábado, 5 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los niños ven las cosas de otra forma, porque no llegan a adivinar la maldad, la pena, o los estereotipos que con los años vamos aprendiendo de nuestros mayores.
ResponderEliminarComo tu dices, nunca nos llegamos a plantear que hay detrás de esas historias, que pueden ser parecidas a las nuestras, y que en un momento dado dan un vuelco inesperado.
pero la sociedad es cruel y cuando pasas una barrera, no deja que vuelvas.
Un besito cielo